Las ruinas de esta emblemática ciudad romana, se encuentra en la actual dehesa de "Casa Blanca", entre los términos municipales de Guijo de Granadilla y Oliva de Plasencia, al norte de la provincia de Cáceres.

              Sus ruinas han sido citadas en numerosos escritos de viajeros y estudiosos.  Ya desde la antigüedad   la ciudad fue documentada por los primeros geógrafos latinos, estas fuentes nos hablaban de sus habitantes

             "los caparenses",y que estos se encontraban entre los pueblos que componían la provincia lusitana, posiblemente estos datos provenían de datos militares como la "formula provinciarum" de Agripa fechada en el año 41, a.d.n.e.

 

             Otro geógrafo e historiador llamado Ptholomeo, la cita como capasa en griego capasa, situándola también en la provincia lusitana. Este geógrafo en sus escritos cita a la ciudad por dos veces, una la  sitúa entre los

              pueblos vettones, y otra en los lusitanos. La explicación no es otra que por aquellos tiempos, las fronteras fluctuaron hasta su distribución definitiva. La actual Caparra, se encontraba justamente en los límites

             geográficos de estos pueblos. La ciudad es atravesada por la calzada hoy denominada de "La Plata", que discurre desde Mérida hasta Astorga en León, por el "Itinerario de Antonino" siendo las

             ciudades más importantes en esta vía: Emerita Augusta, Add Sorores, Castra Caecilia, Turmulos, Rusticiana, Cáparra se encontraba a 110 millas de Emerita, Caecilio Vico, Sentice, entre otras,

             llegando esta calzada hasta Asturicam. Su monumento más destacado y conservado en esta ciudad, es el arco cuadrifronte, construido en el decumanus maximus entre el foro y las termas flavias.

 

             Entre los monumentos hoy conservados destacamos el arco cudrifronte o tetrapylo, único en la península ibérica,. El arco ha llegado hasta nosotros muy mermado en su parte superior, ya que en el siglo XV,

             se extrajeron sus sillares y capiteles, de las portadas este y oeste, en su lado este tuvo dos pedestales que albergaron dos figuras ecuestres, posiblemente el benefactor de la obra y su padre, en el lado oeste 

            dos pequeños pedestales donde se encontraban cuatro figuras, dos femeninas y dos masculinas, en el lado izquierdo, creemos se representarían las imágenes de los padres de Bolosea, esposa  de Marco Fidio Macer,

            benefactor del arco. En el lado derecho, las estatuas de Marco Fidio Macer y su esposa Bolosea.

 

            Los textos son los siguientes:

 

                       Iuliae? luperci? f (ilia) / Lupercae? M (arcus)? Fidius / Macer? uxor? p (oni)?  (use).  cuya traducción es: A Julia Luperca, hija de Luperco. Marco Fifio Macer, mando ponerselo a su esposa.

 

            La otra inscripción hoy conservada parte del texto dice:

 

                Bolosea (i) Fi (dio) / Pelli? F (iliae) Ma. (Cri) filio / M (arcus)? Fidius Mace (r) Testamento [f (aciendum)? c (uravit)].  A bolosea, hija de Pello, a Fidio, hijo de Marco (?), Marco Fidio Macer, por testamento procuró hacerlo.

 

 

 

                                  

 

                    Marco Fidio Macer, sin duda gran evergeta en la ciudad de Cáparra, figura en otra inscripción hallada junto a la pared de entrada al foro, junto a una aedicula erigida al final de la basílica,

                    dedicada a la diosa Trebaruna. En esta inscripción nos confirma los cargos que obtuvo Marco Fidio MACER.  Fue Magistratus por tres veces, dunvir por dos veces representó la función municipal

                    de nuestros alcaldes así como praefectus fabrum, que a corresponde a Prefecto de obras y jefe del servicio de bomberos. Ejerció cuando aún Cáparra era estipendiaria y no podía ser administrada por dunviros.

                   Al poco tiempo creemos dos años, con el edicto de Vespasiano, Cáparra se convirtió en Municpio romano de pleno. Marco Fidio acer, ya pudo ser Dunvir y además pudo usar los tres nombres y la filiación.

                   En la inscripción que dedica a la diosa Trebaruna, declara pertenecer a la tribu Quirina a la que fueron adcritos todos los ciudadanos de Cáparra después de la publicación del edicto.